miércoles, 3 de noviembre de 2010

Aeropuerto




El aeropuerto estaba abarrotado de gente. Estaba en la terminal T4, a punto de embarcar en el vuelo 571-A destino Nápoles. Todavía esperaba que Aaron apareciera en el último momento, con su maleta en la mano y esa sonrisa traviesa.

Iba a empezar el viaje deprimida y sin ganas. Por desgracia no había encontrado a nadie con quien ir, todos estaban con su familia, o con su pareja o trabajando... Me estaba que dando sin amigos. De repente me invadió una gran tristeza, pero me dije a mi misma que no podía empezar un viaje como aquel en aquellas condiciones.
Era la siguiente para enseñar mi pasaporte y todo eso. Miré en mi bolso para coger las cosas y cuando levanté la vista vi al azafato (o lo que sea) más guapo del mundo. Me sonrió y me dijo con un suave acento italiano:
-No puedo dejar que una chica tan hermosa como tú entre en mi país sin una sonrisa.
-Ah-dije riendo como una estúpida.
Esa fue mi birllante respuesta. Era el chico más guapo del aeropuerto y solo decía ah. Me repaeó en lo más fondo de mi ser.
Como ya no podía hacer nada para remediarlo cogí mis cosas y salí escopetada hacía el avión. Metí el bolso en el compartimento de equipaje de mano y me senté.
La vista no era muy bonita, solo veía las pistas de aterrizaje, etc. Empecé a mirar a la entrada para ver si entraba el azafato, y deseando que no lo hiciera porque me moriría de vergüenza.
De repente me acordé de Aaron. Sacudí la cabeza. Aaron era un tío estupendo y muuuuy sexy. no debía estar comiendome el coco con otros tós, por muy buenos que estuvieran. Además, le quería mucho.
Despegamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.