Fue un vuelo espantoso. No solo porque lo paso un poco mal en las alturas, sino porque estuves las dos horas y media del vuelo preguntandome si me encontraria al azafato.
Llegué a Nápoles a las 11:45, mas ojerosa que un buho. Me acerque a la cinta donde están circulando las maletas esperando a que su dueño las recoja. La mía no la veía por ninguna parte. Estaba muerta después del vuelo y encima tenía que esperar a las maletas. Conclusión: genial.
-Oye perdona-dijo una voz musical y alegre. La del azafato
No podía ser cierto. Me giré muy rápido, creo que con una mueca algo extraña.
-Que?
-Esta es tu maleta?-señalaba una maleta rajada un con un par de camisetas salidas.
-No puede ser!
Me agaché para recoger lo que quedaba de mi maleta preferida. Ahí llevaba casi toda mi ropa. Por lo menos me quedaba el neceser y otra un poco más pequeña, pero era ropa de invierno. Estaba realmente jodida. Pero como a veces me daban arrranques de optimismo me dije que así podría comprar más ropa.
-Si quieres puedo dejarte ropa mía-dijo sonriendo.
Me reí un poco, pero no estaba muy de humor.
-Gracias, pero creo que todavía tengo un poco de ropa-dije señalando a la maleta que estaba pasando a mi lado.
Me acerqué y la cogí. Menos mal que no sabía que ahí solo había ropa de invienrno.
-En que hotel te alojas?
-En uno de Sea Hoteles, pero no se dónde está...-ya me estaba imaginando lo que me iba a decir el caballero italianocuando dijo:
-En el mismo que yo!-dijo muy sonriente-te puedo acompañar si lo deseas.
Su acento era irresistible.
Llegué a Nápoles a las 11:45, mas ojerosa que un buho. Me acerque a la cinta donde están circulando las maletas esperando a que su dueño las recoja. La mía no la veía por ninguna parte. Estaba muerta después del vuelo y encima tenía que esperar a las maletas. Conclusión: genial.
-Oye perdona-dijo una voz musical y alegre. La del azafato
No podía ser cierto. Me giré muy rápido, creo que con una mueca algo extraña.
-Que?
-Esta es tu maleta?-señalaba una maleta rajada un con un par de camisetas salidas.
-No puede ser!
Me agaché para recoger lo que quedaba de mi maleta preferida. Ahí llevaba casi toda mi ropa. Por lo menos me quedaba el neceser y otra un poco más pequeña, pero era ropa de invierno. Estaba realmente jodida. Pero como a veces me daban arrranques de optimismo me dije que así podría comprar más ropa.
-Si quieres puedo dejarte ropa mía-dijo sonriendo.
Me reí un poco, pero no estaba muy de humor.
-Gracias, pero creo que todavía tengo un poco de ropa-dije señalando a la maleta que estaba pasando a mi lado.
Me acerqué y la cogí. Menos mal que no sabía que ahí solo había ropa de invienrno.
-En que hotel te alojas?
-En uno de Sea Hoteles, pero no se dónde está...-ya me estaba imaginando lo que me iba a decir el caballero italianocuando dijo:
-En el mismo que yo!-dijo muy sonriente-te puedo acompañar si lo deseas.
Su acento era irresistible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.